Una lectura increíble, una historia que no puedes soltar. Es impactante sentir desde la piel de Ifemelu la verdad sobre el racismo puro, vivo aún, aunque un tanto escondido.
“El racismo nunca debería haber existido, y por tanto no vais a recibir un premio por reducirlo.”
Jessica.
Me han gustado muchas cosas de este libro, excepto los últimos capítulos.
Me he sentido muy identificada con el racismo que ella explica, viviendo en un país plurietnico como lo es Guatemala me ha hecho cuestionarme el racismo internalizado y tomar consciencia de varias cosas, además me identifiqué también con sus experiencias como migrante en el país de blancos. A o vez que es una historia de amor me ha parecido escrita de una forma no cursi pero que envuelve en emociones y sentimientos.
Cuando amemos sin importar los colores del cuerpo, si no aceptando los amores de colores arco iris creo habremos evolucionado.
“Para ti la raza en realidad no existe porque nunca ha sido una barrera”
“Pero la raza no es biología; la raza es sociología. La raza no es genotipo; la raza es fenotipo.”
Lidia