Ana Sonríe, es una novela muy realista que narra las historias de mujeres que comparten un lazo sanguíneo, un mismo pasado, pero diferentes retos y realidades y que tienen en común a nosotras mismas: las mujeres. Cada personaje de Ana Sonríe es una espejo de cada una de nosotras en alguna época de nuestra vida o en alguna característica que aún poseemos, y a la vez son muchas mujeres reflejadas de esta sociedad. Al terminar de leer el libro es posible comprender que esas historias son una denuncia; una denuncia sobre las dificultades sociales que implica ser mujer en este país y quizás en este mundo; entiendes sobre cómo el pasado y sus fantasmas nos definen y muchas veces inconscientemente y con muchas limitantes. Es quizás esta perspectiva lo más valioso que me deja el libro.
Denise nos compartió que la escritura de esta novela significó un proceso de sanación y en sus propias palabras responde a la pregunta que me surgió al terminar de leerla: ¿qué hacer para que el pasado y sus fantasmas no sean una limitante para una vida plena sino sea un medio para la conciencia y por consecuencia la libertad? Conocer las historias de las mujeres de nuestras familias y sus relaciones nos ayuda a identificar sentimientos que a veces hemos heredado y nos hacen infelices, esas “tristezas que cargamos” y nos limitan.
Es así, como encontramos que las historias contadas en esta novela son una denuncia en cuanto nos identificamos con los personajes y nos empezamos a cuestionar si nuestras vidas son así como las de Ana, Lucrecia, Loreta o la tía Carlota; y esa conciencia que surge al preguntar es la que nos permite tomar decisiones, porque al final como mujeres lo que queremos es eso, la libertad para decidir sobre todas las dimensiones de nuestras vidas.
Por: Lidia