Carol, como actualmente se conoce la obra, me dejó un sabor a valentía, orgullo y respeto hacia los ideales y sueños propios. No la considero una obra con un final feliz, al contrario, uno lleno de controversia y decisiones difíciles que tomar. Lo malo de tomar decisiones difíciles, es que regularmente debes hacer felices a unos e infelices a otros, o a ti mismo. Si no fuésemos parte de una sociedad, perteneciéramos a un grupo (familia, amigos, etc.) no importaría, pero no es así. Nuestros actos y decisiones siempre afectarán a alguien.
Me asombra la entereza de la autora. Escribir de un tema, por lo lejos tabú en su época. Cómo lo describe protagonista: “abominable”, olvidando que somos seres humanos. Las etiquetas han existido desde siempre.
La mejor recomendación que puedo dar a quien quiera leerlo, es que lo haga con una “mente abierta” y dispuestos a la discusión en el marco del respeto y la tolerancia.
Jessica.
Me encantaron las palabras, su suavidad al leer y el complejo cerco crítico de una sociedad machista, homofóbica. Un caldero de pensamientos entre las oraciones.
Stephie.