Una novela intemporal del despertar de alegría y sensualidad de un pueblo estrecho: cada página ofrece una descripción del chocolate para derretir en la boca de los adictos al chocolate, los francófilos, los gourmets de los sillones, los lectores de libros de cocina y los amantes de la pasión en todas partes.
Intolerancia, intereses políticos y religiosos, el día a día de una sociedad marcada por los prejuicios, todo relatado de forma sencilla, cálida y muy humana. Con un toque de magia, y lo que disfruté los relatos salidos de la cocina de Vianne, casi sentí el aroma del cacao, el sabor y sensación del chocolate desintegrándose en los labios, en la lengua de sus personajes.
Mi primer libro de Joanne Harris y me ha gustado.
Jessi.