El viento de mayo te trajo a mi mundo solitario
Llovía cuando tus labios sentí por primera vez
Entre nervios y calor sentí tus ramas enredándose a las mías
Nuestras raíces se abrazaron haciéndonos cosquillas
Reímos viéndonos los ojos, sintiendo nuestra respiración
Así inició el juego de la ternura; donde habitan las ganas por descubrir escondites y sensaciones del cuerpo. A mí me inunda el deseo de habitarte la mente y acariciarte el alma, acompañarnos en los momentos que nos traiga el horizonte y recrear el amor en forma de beso.